Ahí estaban todos los guardianes de Tsuna, en el comedor de la casa de los Sawada prestando atención a Reborn, mientras la madre de su jefe iba llenando la mesa de aperitivos con su típica sonrisa. Todos comían mirando con atención al arcobalendo, que estaba en la cabeza de Tsuna.
- Preparad vuestras cosas. Os vais de viaje. Mañana a las 6 A.M aquí... TODOS. - Miró a cada uno de los guardianes. - De igual forma, os arrastré. -
- Eh... Reborn. - Tsuna levantó la mirada para mirar a su tutor. - ¿Dónde? -
- Al mar. -
- Buena idea, pequeño~ - Dijo Yamamoto acariciando la cabeza de Reborn, como no... sonriendo.
- Chrome y Mukuro. - Les miró a ambos. Mukuro no atendía a la conversación y Chrome estaba ayudando a la madre de Tsuna en la cocina. - Venís los dos. - Saltó de la cabeza de Tsuna y se acercó a la chica, Chrome se agachó y Reborn le estiró del brazo para llevarla a otra habitación.
Cuando volvieron, Chrome se acercó a Mukuro.
- Mukuro-sama... yo me voy ya. - Sonrió y cogió sus cosas para después irse sin siquiera despedirse.
- Hm... Reborn, ¿Qué le has dicho a Chrome? - Preguntó Tsuna.
- Nada que os interese a ninguno. - Respodió al sentir que todos los restantes le miraban, como queriendo saber la respuesta también. - Ahora podéis iros... recordad, aquí a las 6 A.M. - Todos asintieron a su manera y se fueron a sus casas para ir preparando las cosas, algunos de mala gana y otros contentos, pero en fin, se fueron a preparar las cosas.
Yamamoto, aunque estuviera muy contento y esas cosas... se durmió enseguida sin ningún problema. Todo lo contrario de Gokudera, que estaba tan ansioso por pasar unas minis vacaciones con su querido décimo que no pudo pegar ojo. Sasagawa estaba tan emocionado que soñó hasta con el viaje, hablando en sueños diciendo "¡A coger cocos al extremo!" o cosas así. Hibari siguió durmiendo como siempre, en silencio y sin ser molestado. Al igual que Mukuro y Chrome. Pero Lambo estuvo molestando todo el rato a Tsuna, al cual también le fue imposible dormir.
Y eran las seis. Estaban todos con ropa de verano esperando a que Tsuna saliera.
- ¿Y Chrome? - Preguntó Yamamoto viendo que ésta no acompañaba a Mukuro.
- Cuando desperté ella ya no estaba. Kufufufu~ ¿Dónde se habrá metido~? Niña problemática~.-
- Bien... chicos. - Apareció Reborn, en el hombro de Tsuna, su cara no expresaba nada más que cansancio. - Estaréis tan solo 3 días de vacaciones. Tenéis que ir vosotros en barca porque me equivoqué de hora y el único barco salía a las 4 A.M. -
Todos se quedaron pálidos, aunque no todos lo demostraban. Tsuna el que más, Mukuro sonreía y Yamamoto reía. Gokudera animaba a su jefe y Hibari ignoraba todo. Y que decir de Ryohei, que no podía estar más motivado.
- Venga, tirad. - Les dio un mapa. - Llegad a partir de esto. - Y volvió entró a casa, de nuevo, donde le esperaba un delicioso desayuno.
- Primero en barca... y después tenemos que llegar a donde quiera que sea esto con... tan sólo unos dibujos. - Hablaba Tsuna a su familia. Que por primera vez en mucho tiempo estaban sentados en el suelo formando un círculo.
- ¿Nos vamos sin Chrome? - Preguntó Yamamoto.
- Kufufufu~. -
- Deja de reírte, cabeza de piña. A saber que estará haciendo ahora. - Le reñía Gokudera. El "cabeza de piña" simplemente, ni mirándole, le clavó su tridente en el trasero al "cabeza de pulpo". Manteniendo aún la sonrisa. - ... -
- ¡Vacaciones al extremo! -
- Sí... Onii-chan... al extremo. -
- Callad, herbívoros. -
Reborn volvió a salir y saltó al centro del círculo.
- Todas las armas aquí. - Ordenó. Mukuro dejó el tridente, Gokudera las dinamitar que pudieran explotar donde iban y Hibari las tonfas. El bate de Yamamoto era inofensivo. Y los guantes de Tsuna ya los tenía él... y no podía arrancarle los brazos a Sasagawa.- Ahora sí... Adiós. - Pateó a todos.
El viaje en barca fue una odisea para todos. Muchas veces cayeron al agua y tuvieron que nadar como desesperados porque el agua tiraba de la barca y esta se alejaba. Otras simplemente un pájaro les cagaba encima y se volvían locos. Y otras... unos extraños peces gigantes destrozaban la barca. Por lo que llegaron a la orilla todos en el trozo de madera que quedaba. Todos juntitos como la familia que eran.
Al pisar tierra lo primero que vieron fue Chrome en bañador, con las piernas al descubierto y una camiseta de manga corta que le venía un poco larga. Cargando con un par de cocos en los brazos y dejándolos al suelo para ir cogiendo más. Estaba con Lambo sobre la cabeza que estaba jugando con el pelo de la chica. Sonrió al verlos, bueno... al ver a Mukuro.
- ¡Chrome! ¡Lambo! - Tsuna se acercó corriendo, siendo seguido por los demás. - ¿Qué hacéis aquí?
- Reborn nos dijo que nosotros saliéramos antes... pero no me dijo porque, jefe. - Miró a los cocos. - Me dijo que fuera recogiendo cosas porque... - Se pensó si decirlo o no. En cierto modo le sabía mal lo que el arcobaleno le había dicho pero... tenía razón. - "ellos serán incapaces de encontrar algo. Son demasiado tontos... así que te necesitaran a ti." eso dijo. -
- Reborn... -
- Kufufufu~. Ni que fuéramos tan tontos para no poder encontrar un par de cocos. -
- O piñas. - Sonrió Gokudera.
- O pulpos, ya puestos. - Habló Onii-chan. Siendo después golpeado por Gokudera. Y ahí empezó una pelea de la que los demás prefirieron mantenerse al margen.
- ¿Qué más te dijo el arcobaleno, Chrome? - Sonrió Mukuro acercándose a la pequeña Chrome, acariciando su cabeza.
- "Tendréis que buscaros la vida. Pero para ti, Chrome, hay un colchón.. tú decides si dejárselo a alguien o no." - Reborn le había dejado el colchón sólo a ella por ser... la única "normal", era una especie de premio.
- Maldito... -
- Mukuro-sama... si quiere el colchón... -
- No... da igual. Eres más importante tú~. -
Chrome bajó la mirada con un leve sonrojo. Pero levantó la cabeza de golpe al recordar algo importante que dijo el arcobaleno.
- ¡T-También dijo que.... - se quedó pensativa unos momentos, recordando cada palabra de lo que dijo Reborn. - ... hay animales peligrosos tanto en la isla como en el agua... y los del agu-! - De tuvo que callar, pues vieron una ballena gigante con pequeñas patitas (?) acercarse a ellos. - ... y los del agua pueden... caminar. -
- ¡Rebooooooooooooorn! - Gritaba Tsuna maldiciendo el bebé mientras corría junto a todos con todas sus fuerzas. Mukuro arrastraba a Chrome y Hibari y Sasagawa miraban hacia atrás con ganas de pelear con la ballena.
- ¡Siendo perseguidos por una ballena con patas... EXTREMO! -
- Hahahaha~ -
- ¡¿De qué te ríes, imbécil del béisbol?! -
- Al bebé se le ocurren cosas divertidas~ -
- ¡IDIOTA! -
- Kufufu~ -
- ¡No te rías tú tampoco! -
- ¡Una cueva, una cueva~! - Gritaba Lambo, agarrándose aún del pelo de Chrome.
Y una vez en la cueva todo fue silencio. Lambo era el único que lo rompía diciendo que se aburría y quería jugar, y por ello se llevó varios golpes contra la pared. Al final acabó en los brazos de Chrome.
- ¿Y si hacemos una hoguera, cómo en las películas? - Preguntó divertido Yamamoto, pensando como siempre que esto era un juego.
- Igual no es mala idea... pero tendremos que salir a buscar las ramas. -
- Salgamos fuera, décimo. No puede ser tan difícil encontrar ramas~ - Sonrió Gokudera.
- En una isla desierta, idiota. - Dijo Hibari desde una esquina, con Hibird sobre el hombro. - Realmente, ¿se pueden encontrar buenas ramas para una hoguera en un sitio donde sólo hay palmeras? Sólo tenemos las frutas o cosas de los árboles para comer, nada más... a no ser que queráis ser mi comida, claro. - ¿Queráis? Si fuera el Hibari de siempre no diría eso. Sí, Hibari echaba de menos a Dino... y al sexo.
- ... cierto. - Rascó su cabeza Yamamoto, dándose cuenta de que su pensamiento fue algo tonto.
- Idiota del béisbol... no nos emociones. -
- Lo siento, lo siento~. -
- Nee, nee~ ¡Chrome, Chrome! ¿Y los cocos~? ¡Lambo quiere cocos! -
- ¿Quieres que te ayudemos, Chrome? - Mukuro ya se estaba levantando para cuando Tsuna preguntó eso. La chica miró a ambos y negó con la cabeza sonriendo levemente.
- Lambo también quiere ir~ ¡Chrome llevará a Lambo en la cabeza! - Chrome no dijo nada. Pero aun así Lambo saltó y se sentó sobre su cabello.
Salieron de ahí y se dirigieron cerca de la orilla, donde había dejado los cocos. Se puso de cluquillas sobre la arena y los fue cogiendo poco a poco. Levantando la vista vio a alguien que daba vueltas por la pequeña isla corriendo en bañador.
- ... -
- ¡Al extremo, al extremo, AL EXTREMO~! No hay nada como correr en la playa, ¿No, Chrome? - De repente apareció delante de ella, cogiendo los cocos y mirándolos con los ojos brillantes. No, Sasagawa... si quieres partirlos, en la cueva y cuando os lo vayáis a comer. Chrome no pudo aguantar el equilibro y cayó al suelo. El guardián del sol rió.
- Su... pongo. Pero es incomodo. -
- Venga, levántate~ Tenemos que llevar los cocos. Has cogido muchos. -
- Yo cogí el barco de las 4 A.M... Reborn me dijo que lo cogiera. -
- Te están mimando al extremo. -
- ... - Bajó la mirada y empezó a caminar, siendo seguida por los pasos del mayor hasta que llegaron a la cueva.
- ¡Lambo está aquí~! -
- Vaca estúpida... -
- ¡Waaa! Cuando cocos. -
- Chrome y Lambo se aburrían, así que empezaron a coger muchos~. - Habló con cierto tono de orgullo el chico vaca.
- Kufufu~ Por lo menos no tendremos hambre. Bien hecho, pequeña Chrome~. -
Chrome asintió con la cabeza encogiéndose de hombros, con una pequeña sonrisa.
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