viernes, 13 de abril de 2012

[FanFic] Vacaciones 03.

Ahora que pensaba ir subiendo cosas para no dejar esto tan tan tan abandonado~~ y, por que estoy feliz por lo de Oyuki-chan, nuestra primera seguidora... que espero que no sea la última ;W;... subiré el cap 3 8D
Y ah... sobre el otro cap, perdón que no TODO sea yaoi. Pero tener a Chrome entre tanto chico así y de esa forma me es imposible no poner siquiera algo de 6996 ._____. me matáis, pero no puedo resistirme xDD.

Título: Vacaciones. [Sigo pensando que me maté pensando.]
Anime: KHR!
Pareja: Creo que la que más hay es D18 owo.
Capítulo: 3/??
Cap 3: Hibari… ¿Enfermo? Eso es ser oportuno, ¿No?

- Esto es aburrido al extremo. – Dijo Ryohei tirándose a la arena, no cansado, sino aburrido. Levantó la mirada y vio como Hibari y Dino se iban, sonrió y… prefirió no decir nada. Crecían tan rápido~.

- Onii-san... – Tsuna se arrodilló en frente de él, mirándole. – Ehm…– Rascó su mejilla. – ¿No sería mejor que vinieras con todos a la orilla? O.. si quieres, entra al agua, igual te diviertes más. – Echó un vistazo al mar. – O ayudas a Chrome. – Murmuró.

- Chrome, Chrome~. – Se escuchaban los gritos de Lambo, persiguiendo a Chrome. Ella le tiraba agua para que retrocediera. Tan adorable~.

- Parece que Chrome se divierte la extremo, Sawada. – Sonrió Ryohei, levantándose de la arena.

- Parece que estás ciego… Onii-san. – Murmuró Tsuna, con una sonrisa nerviosa en los labios.

Y para cuando Lambo volvió a ser un bebé, ya había sido como 100 veces ahogado por Mukuro.

---Tatatá~~ Cambio de escena *coge un megáfono tipo cine(??)* Preparados… Listos… ¡ACCIÓN(?)!. [Oseasé, fumadas off.]---

Dino abrazaba a Hibari cariñosamente, no solía hacerlo porque sabía las consecuencias, pero esta vez simplemente se dejó llevar. Hibari por su parte, y extrañamente, no hacía ascos, simplemente estaba siendo abrazado por Dino y él ponía su típico semblante serio. No le importaba, es más, se podía decir que le gusta… pero otra cosa era demostrarlo, claro que nunca lo haría.

- Y… ¿Por qué estáis aquí? –

- El bebé… nos mandó de vacaciones al mar. – Murmuró. – Nunca podía haber sido más exacto. –

- … Así es Reborn~. – Dijo riendo, bajo la molesta mirada de Hibari, sonrió. – Pero gracias a eso te he visto, Kyoya~, así que estoy contento. – Sonrió y le dio un leve beso en los labios, Hibari no reaccionó, simplemente torció sus labios formando una leve, levísima sonrisa.

- Pareces una colegiala enamorada, herbívoro. Además… Si estabas de misión, ¿No tendrías qué intentar volver? –

- Ahora que por fin tengo una excusa… prefiero aprovecharla. – Miró a Hibari y sonrió. – Además… Romario y los demás están en otra misión… así que me estrellé mientras conducía el avión, y cayó al agua. No puedo hacer nada para salir de aquí. –

- Realmente…. Eres patético. –

Dino sólo volvió a sonreír, acercándose a Hibari y acorralándolo contra un árbol, le molestaba que sólo hubiera árboles… demasiado. Abrió las piernas de Hibari y se sentó entre las dos, apoyando los brazos en la copa del árbol y manteniendo la mirada a Hibari, con una sonrisa un tanto… lasciva.

Le besó, haciendo fuerza contra el árbol y sintiendo un extraño sonrojo en las mejillas de Hibari. Se separó y puso su mano en la frente ajena, preocupado.

- ¿Te encuentras mal? Tienes mucha fiebre… - El rostro de Dino no podía expresar más preocupación de la que estaba demostrando ahora mismo, aunque tenía que admitir que la mirada tan enfermiza y Uke de Hibari le estaba volviendo loco por momentos, tenía que contenerse. Le levantó del suelo y se levantó él. – Vamos a la cueva. –

- … - Simplemente cerró los ojos, mientras Dino y él caminaban lentamente hacía la cueva, donde estaba Mukuro.

- Oh, Mukuro. ¿No estás con Chrome? – Preguntó Dino, sentándose en el suelo y recostando a Hibari en una de las paredes de la cueva, tomándole la temperatura de nuevo.

- Está jugando con Tsunayoshi y la vaca estúpida… Kufufu~. – Miró a Hibari. – ¿Está enfermo? Que oportuno. –

Hibari simplemente gruñó un poco, apretando los puños que cada vez tenían menos fuerzas.

- Kyoya, duerme un poco… es lo único que podemos hacer. Si al menos tuviéramos una toalla podríamos mojarla con agua fría y ponértela en la frente… -

- ¿Y no podría servir un simple trozo de ropa? – Preguntó Mukuro, sentado al lado de Dino. – O igual el enano tiene una toalla en ese pelo suyo. –

- ¡Lambo, es verdad! – Miró a Hibari y sonrió. Estaba dispuesto a salir pero los demás ya venían. Lambo estaba dormido en los brazos de Chrome.

- ¡Dino-san! ¿Qué le pasa a Hibari? –

- Tiene fiebre… – Se acercó a Chrome y, sonriendo, cogió a Lambo de la cabeza sin demasiado cuidado y le metió en la cueva, buscando alguna cosa parecida a una toalla. Encontró algo, no precisamente una toalla pero servía. - ¿Servirá el agua fría del mar? – Preguntó, mirando a Mukuro.

- No sé, quizás. Pero~ por intentarlo no pasa nada. – Y tan rápido como dijo eso, Dino ya se encontraba en la orilla. - ¿Estaba fría el agua, Chrome? –

Chrome asintió con la cabeza.

- Le servirá, supongo… - Dijo ella, mirando con cierta preocupación a Hibari. - ¿Tan alta tiene la fiebre? Está… sudando mucho. –

- No te preocupes. – Sonrió, acariciándole la cabeza. – Cuando su novio venga con la toalla y el agua fría, estará mejor. –

- ¿N-Novio? – Preguntó Chrome, turnándose la mirada entre Hibari y Mukuro.

- Kufufufu~. –

Tsuna se acercó un poco a Hibari, tomándole él también la temperatura. En estos momentos Reborn le diría algo como “Como jefe de la familia, tienes que cuidar de tu guardián”, así que simplemente se dejó llevar.

Dino llegó, con un cubo lleno de agua fría. Al parecer el agua de esa isla, aunque hiciera mucho calor, siempre estaba fría. Se sentó en frente de Hibari y le puso la especie de toalla mojada en la frente, torciendo los labios levemente. Suspiró al ver que Hibari se durmió al instante.

- Tanto drama para acabar tan… así. Se durmió en dos segundos, tsk. – Se quejó Gokudera. Caminó hacia dentro de la cueva y se sentó en un rincón, recostándose en una pared. Miró a Tsuna. – Décimo, no van ni los relojes ni los móviles, pero parece que ya es tarde… - Musitó, señalando con la vista el cielo. – Antes he encontrado un colchón en la orilla, décimo. –

- Kufufufu~, ni lo sueñes. Ese es el colchón de Chrome~~. – Miró a Tsuna. – Manda a tu guardián ir a buscarlo, Tsunayoshi~. Chrome es una niña y necesita dormir al menos... – Recordó mentalmente las horas que debía dormir un niño, pero no sabía cuántas eran exactamente. – … ocho horas. – Sonrió.

- Cabeza de piña… maldito. –

- Cabeza de pulpo, cálmate~. Simplemente ves a buscarlo al extremo. –

- ¡Ves a buscarlo tú, entonces! –

- Da… igual. – Susurro Chrome. Levantó la vista y miró a Gokudera. – Iré yo… ¿En qué parte de la isla estaba? –

- Pues… pasando el bosque, la parte de detrás de donde lleguemos nosotros. –

Chrome asintió y salió a buscarla. No era la oscuridad lo que le daba especial miedo, no le asustaba que todo estuviera oscuro y que se haya tropezado ya como 10 veces. Tenía miedo de que le saltara algún monstruo como el que mató al dinosaurio, por ejemplo. Se encogió de hombros y siguió así hasta que encontró el colchón, sonrió y se acercó corriendo. Lo iba a coger pero vio que había un pequeño animal tumbado en él.

- ¿Un gato negro en una isla? – Pensó en voz alta. Pero simplemente no pensó más y lo cogió en brazos, subiéndole a su cabeza para poder coger, o más bien abrazar y no ver nada, el cochón.

Y tan pronto llegó de nuevo a la cueva y dejó caer el colchón, el gato volvió a él.

- ¿Qué es, Chrome? – Preguntó Tsuna, mirando al gato negro.

- Un gato negro, jefe. –

- Ya… eso ya. ¿Pero qué hace un gato en una isla? Los gatos odian el agua… -

- Pensé lo mismo al verle… pero no podía dejarlo ahí, pasaría frío. – Sonrió levemente y acaricio la cabeza del gato.

- Kufufufu~ tan linda~. – Abrazó a Chrome, ella simplemente se sonrojo de sobremanera. – Chrome, a dormir~. – Bostezó y se tumbó con Chrome en la cama, sin dejar de abrazarla. Si ahora comprobáramos el estado de Chrome, ella estaría muerta.

Todos miraron el colchón, pensaban que ciertamente era justo que Chrome fuera la única con colchón para dormir. No era eso lo que les molestaba, era que Mukuro también durmiera en el colchón. Chrome lo adorará muchísimo y eso pero… Mukuro era tan poco normal como todos ahí.

Al final Tsuna, Ryohei y Lambo también durmieron un poco abrazados a Chrome, preparados para morir mañana a manos de Mukuro. Aunque después, Lambo se hizo hueco entre Mukuro y la chica y se volvió a dormir abrazado de nuevo al pecho de Chrome, ventajas de ser un niño, pero a la mañana siguiente, sería el primero en tragarse la pared.

Yamamoto y Gokudera durmieron ambos recostados en la pared, uno al lado de otro, y Gokudera apoyando su cabeza en el hombro de Yamamoto.

Dino esperó a que Hibari se pusiera bien, tardó unas cuantas horas, pero en cuanto Hibari abrió los ojos le abrazó y se durmió el instante. Hibari simplemente sonrió, con Hibird en la cabeza.[b]Cap 3[/] Hibari… ¿Enfermo? Eso es ser oportuno, ¿No?

- Esto es aburrido al extremo. – Dijo Ryohei tirándose a la arena, no cansado, sino aburrido. Levantó la mirada y vio como Hibari y Dino se iban, sonrió y… prefirió no decir nada. Crecían tan rápido~.

- Onii-san... – Tsuna se arrodilló en frente de él, mirándole. – Ehm…– Rascó su mejilla. – ¿No sería mejor que vinieras con todos a la orilla? O.. si quieres, entra al agua, igual te diviertes más. – Echó un vistazo al mar. – O ayudas a Chrome. – Murmuró.

- Chrome, Chrome~. – Se escuchaban los gritos de Lambo, persiguiendo a Chrome. Ella le tiraba agua para que retrocediera. Tan adorable~.

- Parece que Chrome se divierte la extremo, Sawada. – Sonrió Ryohei, levantándose de la arena.

- Parece que estás ciego… Onii-san. – Murmuró Tsuna, con una sonrisa nerviosa en los labios.

Y para cuando Lambo volvió a ser un bebé, ya había sido como 100 veces ahogado por Mukuro.

---Tatatá~~ Cambio de escena *coge un megáfono tipo cine(??)* Preparados… Listos… ¡ACCIÓN(?)!. [Oseasé, fumadas off.]---

Dino abrazaba a Hibari cariñosamente, no solía hacerlo porque sabía las consecuencias, pero esta vez simplemente se dejó llevar. Hibari por su parte, y extrañamente, no hacía ascos, simplemente estaba siendo abrazado por Dino y él ponía su típico semblante serio. No le importaba, es más, se podía decir que le gusta… pero otra cosa era demostrarlo, claro que nunca lo haría.

- Y… ¿Por qué estáis aquí? –

- El bebé… nos mandó de vacaciones al mar. – Murmuró. – Nunca podía haber sido más exacto. –

- … Así es Reborn~. – Dijo riendo, bajo la molesta mirada de Hibari, sonrió. – Pero gracias a eso te he visto, Kyoya~, así que estoy contento. – Sonrió y le dio un leve beso en los labios, Hibari no reaccionó, simplemente torció sus labios formando una leve, levísima sonrisa.

- Pareces una colegiala enamorada, herbívoro. Además… Si estabas de misión, ¿No tendrías qué intentar volver? –

- Ahora que por fin tengo una excusa… prefiero aprovecharla. – Miró a Hibari y sonrió. – Además… Romario y los demás están en otra misión… así que me estrellé mientras conducía el avión, y cayó al agua. No puedo hacer nada para salir de aquí. –

- Realmente…. Eres patético. –

Dino sólo volvió a sonreír, acercándose a Hibari y acorralándolo contra un árbol, le molestaba que sólo hubiera árboles… demasiado. Abrió las piernas de Hibari y se sentó entre las dos, apoyando los brazos en la copa del árbol y manteniendo la mirada a Hibari, con una sonrisa un tanto… lasciva.

Le besó, haciendo fuerza contra el árbol y sintiendo un extraño sonrojo en las mejillas de Hibari. Se separó y puso su mano en la frente ajena, preocupado.

- ¿Te encuentras mal? Tienes mucha fiebre… - El rostro de Dino no podía expresar más preocupación de la que estaba demostrando ahora mismo, aunque tenía que admitir que la mirada tan enfermiza y Uke de Hibari le estaba volviendo loco por momentos, tenía que contenerse. Le levantó del suelo y se levantó él. – Vamos a la cueva. –

- … - Simplemente cerró los ojos, mientras Dino y él caminaban lentamente hacía la cueva, donde estaba Mukuro.

- Oh, Mukuro. ¿No estás con Chrome? – Preguntó Dino, sentándose en el suelo y recostando a Hibari en una de las paredes de la cueva, tomándole la temperatura de nuevo.

- Está jugando con Tsunayoshi y la vaca estúpida… Kufufu~. – Miró a Hibari. – ¿Está enfermo? Que oportuno. –

Hibari simplemente gruñó un poco, apretando los puños que cada vez tenían menos fuerzas.

- Kyoya, duerme un poco… es lo único que podemos hacer. Si al menos tuviéramos una toalla podríamos mojarla con agua fría y ponértela en la frente… -

- ¿Y no podría servir un simple trozo de ropa? – Preguntó Mukuro, sentado al lado de Dino. – O igual el enano tiene una toalla en ese pelo suyo. –

- ¡Lambo, es verdad! – Miró a Hibari y sonrió. Estaba dispuesto a salir pero los demás ya venían. Lambo estaba dormido en los brazos de Chrome.

- ¡Dino-san! ¿Qué le pasa a Hibari? –

- Tiene fiebre… – Se acercó a Chrome y, sonriendo, cogió a Lambo de la cabeza sin demasiado cuidado y le metió en la cueva, buscando alguna cosa parecida a una toalla. Encontró algo, no precisamente una toalla pero servía. - ¿Servirá el agua fría del mar? – Preguntó, mirando a Mukuro.

- No sé, quizás. Pero~ por intentarlo no pasa nada. – Y tan rápido como dijo eso, Dino ya se encontraba en la orilla. - ¿Estaba fría el agua, Chrome? –

Chrome asintió con la cabeza.

- Le servirá, supongo… - Dijo ella, mirando con cierta preocupación a Hibari. - ¿Tan alta tiene la fiebre? Está… sudando mucho. –

- No te preocupes. – Sonrió, acariciándole la cabeza. – Cuando su novio venga con la toalla y el agua fría, estará mejor. –

- ¿N-Novio? – Preguntó Chrome, turnándose la mirada entre Hibari y Mukuro.

- Kufufufu~. –

Tsuna se acercó un poco a Hibari, tomándole él también la temperatura. En estos momentos Reborn le diría algo como “Como jefe de la familia, tienes que cuidar de tu guardián”, así que simplemente se dejó llevar.

Dino llegó, con un cubo lleno de agua fría. Al parecer el agua de esa isla, aunque hiciera mucho calor, siempre estaba fría. Se sentó en frente de Hibari y le puso la especie de toalla mojada en la frente, torciendo los labios levemente. Suspiró al ver que Hibari se durmió al instante.

- Tanto drama para acabar tan… así. Se durmió en dos segundos, tsk. – Se quejó Gokudera. Caminó hacia dentro de la cueva y se sentó en un rincón, recostándose en una pared. Miró a Tsuna. – Décimo, no van ni los relojes ni los móviles, pero parece que ya es tarde… - Musitó, señalando con la vista el cielo. – Antes he encontrado un colchón en la orilla, décimo. –

- Kufufufu~, ni lo sueñes. Ese es el colchón de Chrome~~. – Miró a Tsuna. – Manda a tu guardián ir a buscarlo, Tsunayoshi~. Chrome es una niña y necesita dormir al menos... – Recordó mentalmente las horas que debía dormir un niño, pero no sabía cuántas eran exactamente. – … ocho horas. – Sonrió.

- Cabeza de piña… maldito. –

- Cabeza de pulpo, cálmate~. Simplemente ves a buscarlo al extremo. –

- ¡Ves a buscarlo tú, entonces! –

- Da… igual. – Susurro Chrome. Levantó la vista y miró a Gokudera. – Iré yo… ¿En qué parte de la isla estaba? –

- Pues… pasando el bosque, la parte de detrás de donde lleguemos nosotros. –

Chrome asintió y salió a buscarla. No era la oscuridad lo que le daba especial miedo, no le asustaba que todo estuviera oscuro y que se haya tropezado ya como 10 veces. Tenía miedo de que le saltara algún monstruo como el que mató al dinosaurio, por ejemplo. Se encogió de hombros y siguió así hasta que encontró el colchón, sonrió y se acercó corriendo. Lo iba a coger pero vio que había un pequeño animal tumbado en él.

- ¿Un gato negro en una isla? – Pensó en voz alta. Pero simplemente no pensó más y lo cogió en brazos, subiéndole a su cabeza para poder coger, o más bien abrazar y no ver nada, el cochón.

Y tan pronto llegó de nuevo a la cueva y dejó caer el colchón, el gato volvió a él.

- ¿Qué es, Chrome? – Preguntó Tsuna, mirando al gato negro.

- Un gato negro, jefe. –

- Ya… eso ya. ¿Pero qué hace un gato en una isla? Los gatos odian el agua… -

- Pensé lo mismo al verle… pero no podía dejarlo ahí, pasaría frío. – Sonrió levemente y acaricio la cabeza del gato.

- Kufufufu~ tan linda~. – Abrazó a Chrome, ella simplemente se sonrojo de sobremanera. – Chrome, a dormir~. – Bostezó y se tumbó con Chrome en la cama, sin dejar de abrazarla. Si ahora comprobáramos el estado de Chrome, ella estaría muerta.

Todos miraron el colchón, pensaban que ciertamente era justo que Chrome fuera la única con colchón para dormir. No era eso lo que les molestaba, era que Mukuro también durmiera en el colchón. Chrome lo adorará muchísimo y eso pero… Mukuro era tan poco normal como todos ahí.

Al final Tsuna, Ryohei y Lambo también durmieron un poco abrazados a Chrome, preparados para morir mañana a manos de Mukuro. Aunque después, Lambo se hizo hueco entre Mukuro y la chica y se volvió a dormir abrazado de nuevo al pecho de Chrome, ventajas de ser un niño, pero a la mañana siguiente, sería el primero en tragarse la pared.

Yamamoto y Gokudera durmieron ambos recostados en la pared, uno al lado de otro, y Gokudera apoyando su cabeza en el hombro de Yamamoto.

Dino esperó a que Hibari se pusiera bien, tardó unas cuantas horas, pero en cuanto Hibari abrió los ojos le abrazó y se durmió el instante. Hibari simplemente sonrió, con Hibird en la cabeza.

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Lo sé, largo como la mierda misma. Peeeeeero es lo que hay ;W;

Bye-by~~~~! <3

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