Así que... al grano~.
Título: Juego de reyes.
Autora: Hann [Blogger]/ TheUnicornGay [fanfiction]
Palabras: 1.119.
Anime: K.
Pareja: MikoRei/ReiMiko [MikotoxMunakata/MunakataxMikoto]
Comentario: Bueh... quería hacer fics para fin de año de mis OTPs, pero por culpa de que son taaaaantas no me va a dar tiempo, así que ;A; Supongo que si son con... ¿Retraso? No importará mucho... pe-pero.. ;A;. Aaflkasfas~ En fin, para los que habéis visto K, veréis que... bueno, que esto ocurre básicamente antes de que todo ocurriera y eso >3< No quería hacer spoilers xD.
Creo que no contiene nada fuerte -w-. Besitos y cosas que dan a entender que acabaron teniendo secso y eso 8D(?). Y... en etiquetas pongo MikoRei solo, ¿Vale? -w- No sé, me gusta más el rojito como el seme(?).
31 de diciembre. Fin de año. Y HOMRA solía pasar esta fecha
en familia todos los años, con más miembros, menos… según se añadían.
Pero, sinceramente, Mikoto prefería pasar el fin de año
solo. O, al menos eso fue lo que le repitió su yo interior todos estos días, ‹‹este
fin de año, lo pasarás solo››.
Suspiró cansino mientras su cuello se arqueaba levemente
hacia delante, pisando fuerte por un segundo e incorporándose después para
mirar el cielo. Realmente, el cielo nocturno le hacía sentirse más… tranquilo.
Le parecía casi hermoso.
Ciertamente, perfecto para pasar la noche solo. Había
ignorado totalmente los gritos de todos, y tuvo que hacer lo mismo con la expresión
de Anna en el momento que cruzó la puerta.
Por eso, porque tenía la idea de pasear solo toda la noche
y, a dos horas de empezar el año volver, esperando que todos estuvieran
dormidos, cuando vio a Munakata Reisi a su lado algo dentro de él se fue al
carajo.
Le miró de reojo con notoria desgana, frunciendo levemente
el ceño. Pidiendo desde lo más hondo de su ser que Munakata no le viera, mas no
se movió ni un paso, tan sólo dejó de observarle.
Pero, para su gran suerte, le vio. Demostró la misma alegría
al verle como la anterior que el Rey Rojo había dado a entender anteriormente,
o sea: ninguna. Sonrió de lado, casi divertido. Pero, ¿Por qué demonios debía
encontrarse con él justo el último día del año?
— Suoh… — Murmuró, volviéndose lentamente hacia él y
acomodándose las gafas. —¿Cómo qué no estás con tus... seguidores?
El otro tomó aire, devolviendo el gesto de girarse hacía el
azul y mirándole sin mucho interés, casi mirando a la nada.
— ¿No puedo dar un paseo sin estar acompañado, Munakata?
— Oh… sí, sí que puedes. Pero, teniendo en cuenta que es una
fecha especial y se pasa en familia, pensé que todos los problemáticos
pasaríais la noche juntos. — Dijo con tranquilidad, acercándose unos pasos al
contrario.
— Supongo que este año lo quería pasar solo, ¿Algún problema
con eso? — Inquirió. — ¿Acaso quieres hacerme compañía? — Una leve sonrisa se
asomó en sus labios, siendo medianamente escondida por los pelos de la capucha
de su chaqueta.
El líder de SCEPTER 4 no se sorprendió por lo último dicho.
Es más, hizo que en su rostro naciera una pequeña sonrisa divertida, más
expresiva que la de Mikoto por mucho.
— ¿Hacerte compañía en la última noche del año? — Se acercó
más, hasta quedar a escasos centímetros de él y soltar una pequeña risa. —
Realmente, tengo más cosas que hacer, Suoh.
No se inmutó siquiera al atrevido acercamiento del otro,
teniendo en mente que era Munakata y ya se había acercado a él de esa forma más
veces. Pero, estando en la vía pública eso podía verse… ¿Extraño?
— Pues no lo parece, si estás perdiendo el tiempo aquí,
conmigo. — Rió, dejando que su aliento se colara directo en la boca entre
abierta del otro. — ¿No deberías estar ocupándote de eso qué te quita tanto
tiempo, incluso en fin de año?
Se separó un poco y, dando unos pasos para atrás, Munakata
se recostó en una pared cercana, sacando un cigarro y poniéndoselo entre los
labios. Miró a su desgraciado acompañante sin muchas ganas, vagamente.
El líder de HOMRA le siguió, encendiendo el cigarro del
contrario con solo abrir la palma de la mano, quitándose el suyo de los labios
para soltar el humo. Se quedó a unos pasos de Munakata, justo enfrente de él,
esperando una respuesta.
— Realmente… sí, no debería estar aquí. Pero como líder de
SCEPTER 4, y dado que Fushimi-kun se ha puesto enfermo, debo ir a comprar
medicina.
— Hm… — Dijo sin mucho interés, como un “ya veo”. —
Entonces, más vale que le compres algo rápido o se pondrá peor, ¿No, Munakata?
Negó con la cabeza, con lo que parecía ser una sonrisa
divertida u orgullosa en sus labios.
— Verás, Suoh, a diferencia de HOMRA, SCEPTER 4 se preocupa
por la salud de sus compañeros y por eso, Awashima ya se estará ocupando de las
medicinas de Fushimi-kun.
— Y… ¿Cómo sabes qué HOMRA no se preocupa por sus
compañeros? — Preguntó alzando levemente el rostro, mientras volvía a poner el
cigarro entre sus labios. — Quizás no nos tienes tan vigilados, Munaka---
Se calló. Sintió un leve golpe en el brazo que provocó que
cayera directo al suelo, junto al cigarro que tenía en los labios, que ya había
viajado al asfalto. O, al menos, esa era la trayectoria sin la intervención de
Munakata y sus brazos, intentando agarrarle para que no se diera el golpe
contra el asfalto. Ambos acabaron en el suelo sin intervenciones, con Munakata
encima de Mikoto, con sus labios a muy poca distancia de los contrarios.
El rojo torció los labios en una sonrisa, sin molestarse por
la cercanía del otro ni por el molesto calor que desprendía su cuerpo y su
uniforme. Pero, para tenerlo así, prefería que estuviera desnudo.
Esperó a que Munakata se levantara si es que quería o
pensaba hacerlo, ya que estando él abajo poco podía hacer sin empujar al azul.
Y así lo hizo, el de azul se levantó sin pensarlo mucho y
cogió de la chaqueta al contrario, levantándole por la fuerza y, cuando
estuviera de pie, arrastrarle hasta un callejón lo suficientemente grande para
ambos.
— ¿Qué haces, Munakata? — Soltó una pequeña risa, viendo como el otro dirigía su vista a todos
lados en espera de que no hubiera nadie. — En el fondo, será verdad que no
tienes nada que hace--
Se calló de nuevo, en el fondo y aunque posiblemente se
notara, esto le estaba cabreando un tanto. Pero la razón de que se callara
ahora era porque sus labios estaban ocupados… con los de Munakata, que la había
besado pillándole desprevenido. Arqueó una ceja, pero no tardó demasiado en
corresponder sin darse cuenta, jugando con la lengua del contrario a su antojo
y tomando el control del asunto.
Todo esto consistía en dejarse llevar. ¿Sentir algo? Sería
realmente problemático para ambos si alguien se enteraba. Y, en todo caso, o
enterrarían muy dentro. Porque lo de ahora era un juego. Un juego de reyes, de
saber quién era el mejor incluso besando o tocando al contrario.
Porque eran enemigos. Pero, aún así, con la excusa de que
era una fecha importante, se daban el lujo de dejar esa idea de lado y
centrarse en ellos mismos. De acariciar la espalda o el pecho del otro sin
importar nada. De deshacerse de las incómodas ropas que en ese momento no servían
para nada y que pasara lo que tuviera que pasar.
¿Excusas? Ya tendrían tiempo para pensar en una cuando de
verdad vinieran los problemas.
Hola, me gusto mucho tu fic ojalas le hagas conti ^^
ResponderEliminarQuiero conti~ plz (>/////<)
ResponderEliminar